Internet ha cambiado el mundo, o más bien nos ha cambiado a nosotros y nuestra forma de hacer las cosas y de consumir contenidos (que mal suena eso).
El caso es que yo no soy una excepción, mi vida ha cambiado mucho desde que los ordenadores y las redes mundiales son la norma y no la excepción, no sólo por mi trabajo sino en mi vida diaria que es dónde más he notado su influencia.
Con esta entrada simplemente quiero contar mi experiencia personal, en ningún caso es una guía o algo que se deba imitar, que sirva humildemente como reflexión para cada lector imaginando su caso personal y se plantee si sus costumbres arraigadas con los años han cambiado gracias (o por culpa) de internet.